"Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla".

    Nicolás Avellaneda

    Prolegómeno

    "Es indudable, que haya, quién tuviera más y mejor patrimonio informativo del que aquí exponemos, y es por ello que pedimos la ayuda de estos, aquellos cuales son ricos en estos interéses comúnes, para poder así completar esta información.

    Por mucha que encontramos, es está, la que nos afianza casí obligados, que no podemos desligar la historia del pueblo de la “Cala del Moral” del municipio del cuál, en estos tiempos pertenece.

    Es por ello que la información aquí expuesta, hace en gran parte referencia en general al municipio, pero no sin dejar de reseñar cuanta información específica hemos encontrado. ".

    Historia de la Cala del Moral

    La presencia del hombre en estas tierras está probada desde la prehistoría, dado que en la Cueva del Higuerón ( también conocida como Cueva del Tesoro ) se han encontrado pinturas rupestres, objetos y restos pertenecientes al paleolítico.

    En otra cueva próxima, en concreto en la de la Victoria, también han aparecido restos de la edad del bronce.

    En el siglo VI a.C., sobre el 550 a.C., se crea un poblado o asentamiento de cultura talasocrática semita púnico-fenicia en la Loma de Benagalbón.

    Desde esos tiempos, ha perdurado en la zona, un tipo de diseño de embarcación, conocida por está relación por la tradición oral de Málaga, "La jabega". En el año 2013 el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, da el visto bueno científico a una réplica de la mejor embarcacion conservada de la Antigüedad, hundida en aguas de Mazarrón, Murcia, hace 2.700 años, y que ha demostrado que la barca de jábega es una joya de evidente origen fenicio que apenas ha cambiado en 27 siglos.

    Se ha especulado con la posible existencia de una colonia griega en la zona, influenciada por otra más grande, pero esta teoría todavía no ha encontrado ningún hallazgo que determine su lugar exacto. Si está probada esta colonización griega en otros lugares como Malaka ( Málaga ) colindante al oeste, y también Velez-Málaga al este .

    El asentamiento madre por así decirlo, tiene por nombre "Mainake", o también Menaoba , que fue arrasada por los cartagineses o púnicos, que dominaron la zona hasta el 206 A.C.. Es ya desde este tiempo, que la zona demuestra su importancia, dado la abundancia en madera de la zona. Dicha Madera era necesária para la fundición.

    Otros asentamientos hijos, fue el de Toscanos, situado entre almayate y Velez, y que durante tiempo fue confundida con la colonia fenicia Mainake, y que fue decubierto en la busqueda de esta.

    Del todo probado, que los romanos se establecieron en esta área, como lo demuestran los mosaicos y restos de unas termas descubiertas aquí, y construyeron una población fortificada, a la que llamaron Mismiliana, y que floreció al albor de las fábricas de salazones y garum.

    El garo ( del latín garum ) es una salsa de pescado hecha de vísceras fermentadas de pescado que era considerada por los romanos como un alimento afrodisíaco, solamente consumido por las capas altas de la sociedad.

    Los romanos emplearon el garo de forma semejante a como hoy en día emplean las cocinas asiáticas la salsa de soja. En lugar de verter unos granos de sal sobre la comida, se ayudaban del garo para proporcionar un sabor salado a los alimentos.

    El historiador Plinio, describe en el siglo I, la existencia de una fortaleza construida como defensa contra posibles invasiones desde el mar, además de la existencia en este paraje un templo dedicado a la luna.

    Pero es durante la época andalusí cuando adquiere más notoriedad, pues en el siglo XI Al-Idrisi habla de sus dos mezquitas y almadrabas. De acuerdo con esta descripción del siglo XI, la antigua Bezmiliana (Bizilyana), de la cual prácticamente no queda nada, tenía un puerto pesquero, una medina (centro poblado del distrito), una mezquita y una muralla que protegía la ciudad. Datan de estas fechas la construcción de varias torres vigía en la zona.

    Los escasos restos de la ciudad son todavía visibles en la zona conocida como El Castillón, en el camino de Benagalbón, adyacente a la actual calle Antonio de Hilaria y la Calle Ángeles Navas Atencia

    Fueron estos, los Árabes, en concreto los bereberes, los que fundaron Benagalbón, nombre árabe y que proviene del gentilicio Galb-un, precedido por bina o bena, que significa familia, casa o tribu, e introdujeron nuevas técnicas de cultivo creando nuevas fuentes de riqueza con la explotación de la vid, especialmente vino y pasas.

    Cuando las tropas cristianas, en la reconquista , al mando de don Fernando el Católico, en su camino a la toma de Málaga, encontraron la zona totalmente despoblada, por lo que una de las primeras medidas que se toma fue la repoblación de la zona.

    Hacia el final del siglo XV o principios del XVI, alrededor de 120 personas llegaron a esta zona con el objetivo de repoblar el lugar, pero estos nuevos vecinos también abandonan la zona incluso antes de la rebelión morisca de 1569, cada vez más sojuzgada por los cristianos y que añaden como motivo, según algunos historiadores, una epidemia de peste bubónica o pulmonar.

    Despues de la llegada de los Reyes Católicos y la acción de la peste, se produce en la zona un declive que continúa hasta el siglo XVIII.

    Durante este tiempo el núcleo de Benagalbón se convierte en el centro del municipio mientras que la zona costera queda casi deshabitada y abandonada, con la excepción de algunas ventas situadas a lo largo del camino de Málaga-Almería.

    Durante el reinado de Carlos III de Borbón, A mediados del siglo XVIII , exactamente en 1766, se reconstruyen las antiguas torres almenaras árabes y se levanta la Casa-Fuerte de Bezmiliana, cerca de las ruinas de Bezmiliana, como piezas fundamentales de la nueva línea defensiva costera para combatir a los corsarios británicos, que ya se había apoderado de la cercana plaza Gibraltar y de Menorca. También se restaura el antiguo camino real. La entrada a la casa-fuerte es la Puerta Norte, guardiana de dicho Camino Real (Málaga, Vélez, Alhama)

    Consta de un edificio de planta cuadrangular y dos plantas separadas por bóvedas de cañón, rodeado por un muro de mampostería con dos torres y un foso. En la actualidad se utiliza como centro cultural y de exposiciones.

    En torno a sus murallas comenzó a crecer una población dedicada a las tareas del mar, que fue el origen directo del actual núcleo del Rincón de la Victoria, cuyo nombre parece que procede del hecho de haber sido tierras que habían pertenecido al patrimonio del Convento de la Victoria de Málaga, ya que el topónimo Rincón tiene su origen en el siglo XIX.

    Con el establecimiento de un núcleo de pescadores en una playa situada entre dos promontorios rocosos. En ese lugar existía un monasterio de la Orden de los Mínimos, a cuyo cargo tenía el culto de la Virgen de la Victoria.

    A finales del siglo XVIII la economía de Benagalbón se basaba en el cultivo de la vid para la producción de pasas y vino, pero a finales del siglo XIX la situación cambiaría radicalmente debido a la plaga de la filoxera, cuyos primeros brotes aparecieron precisamente en Benagalbón, y que arrasó por completo los campos de viñas, con la consiguiente emigración del campesinado. He aquí un plano de la provincia de Málaga y sus municipios y como influyó en estos.

    <>En la costa, por otro lado, la mejora de las vías de comunicación y el incremento de población de la ciudad de Málaga, propiciaron las actividades pesqueras, creándose nuevos asentamientos de pescadores, como la Cala del Moral.

    Como decimos, alrededor del año 1840 se empezó a formar el pueblo de la Cala del Moral. Inicialmente se construyó la venta la Tuerta y seguidamente se fue roturando la tierra y se cultivó uva moscatel y se establecieron puntos de salazón para el pescado. Así empezó la historia del pueblo de la Cala del Moral

    El 2 de diciembre de 1860, primeros años de historia del pueblo, se construyo la ermita del pueblo, que fue bendecida por el canónigo lectoral Vicente Tudela y Bayo.

    Este enclave es conocido con su nombre actual desde el siglo XVI, por ser uno de los lugares clave en la defensa y vigilia de la línea costera oriental de Málaga.

    Fue durante estos años cuando crece el núcleo de Rincón de la Victoria a las faldas de la antigua Bezmiliana, y que más adelante se convertiría en el centro administrativo municipal.

    El predominio de la costa sobre el interior se vería incrementado a partir de 1904 con la construcción de la línea Málaga-Vélez-Málaga de los Ferrocarriles Suburbanos de Málaga, (FSM) con capital mayoritariamente belga, y que contaría con tres paradas en el municipio y que supuso una revolución en la comunicaciones del municipio con las localidades costeras vecinas, especialmente con la capital provincial.

    Mientras, el interior continúa perdiendo protagonismo y surgen las primeras voces pidiendo el traslado de la administración municipal a la costa, cuando el patrimonio municipal lo componían una mesa, una silla y un libro de actas.

    En aquellos momentos lo que hoy es el Rincón, administrativamente era considerado como un anejo de Benagalbón, que ostentaría la capitalidad del municipio hasta 1906, momento en el que, al ser superior la población del Rincón, se cambia la ubicación del Ayuntamiento, y que El 17 de febrero de 1950, tras la interrupción por la GUERRA CIVIL, se confirma oficialmente la nueva capitalidad del municipio y su cambio de nombre.

    Después de la guerra, el Rincón y la Cala, continuaron siendo núcleos agrícolas y pesqueros, en los que se desarrollan también algunas funciones de ocio y descanso, que a partir de los años 1960 derivarían en la construcción de apartamentos y segundas residencias.

    Sin embargo, las actividades turísticas se verían frenadas por el fenómeno de suburbanización que afecta al municipio debido al encarecimiento de la vivienda en Málaga y a la mejora de las comunicaciones entre ambas localidades, ya que, aunque la línea de ferrocarril es clausurada hacia 1968, se construyen nuevas vías rápidas para el tráfico rodado.

    El proceso urbanizador termina por provocar el desmantelamiento del sector agrícola y circunscribe al municipio, más en concreto a la Cala del Moral, dentro del cinturón residencial de la capital.